El amor se adapta a nuestra visión, siempre conseguimos lo que queremos, entonces deseemos el amor más elevado que podamos imaginar.
El único amor perfecto esta mas allá de lo personal. Si queremos entregar a alguien nuestro amor más profundo primero tenemos que ver más allá de esa persona. Si queremos recibir el amor más profundo tenemos que vernos más allá de nosotros mismos.
El amor divino existe, y se expresa a través de los seres humanos.
Imagínate un valle, las colinas que lo conforman son como vidas individuales, que aparentemente están separadas, pero si miras bien, pertenecen a una unidad. El paisaje. Así es el amor, contiene toda la vida, podemos estar en la colina más alta, o más baja o más lejana pero todo forma parte de una única verdad que es EL PAISAJE, EL AMOR. Que no lo logres ver o sentir, no le quita la verdad de lo que es.
Cuales son los espejismos en los que caemos y nos impiden vivir en el amor:
1. Creer que el amor esta dirigido “te quiero para ser feliz”, esto no es amor, es dependencia, este espejismo hace que nos engañemos creyendo que esa persona te va a proporcionar de algo que tu no tienes, lo cual no es así, el amor primero se desarrolla en uno para luego atraer eso mismo y poder darlo. Cuando se da lo que no se tiene no se da de corazón, se da esperando algo a cambio y eso no puede ser amor.
2. Creer que el amor es un sentimiento, se acaba el sentimiento, se acaba el amor.
3. Creer que el amor es un deseo o atracción, atracción es una reacción físico química, el amor no es un sentimiento, contiene la verdad por lo tanto es ley.
La relación que tienes contigo se refleja en la relación que tienes con los demás, la calidad de relación que tienes contigo esa misma calidad de relación tendrás con los demás. Tu vida será mejor en la medida que te lleves contigo mismo, que te quieras, que te aceptes y te ames. ¿Te has fijado que es más fácil amar a los demás que a ti mismo? La verdad es que mientras más te amas, más reconoces el amor, y como resultado intrínseco más amas a los demás.
Toda la felicidad y abundancia que tengas en esta vida será directamente proporcional a tu capacidad de amar y ser amado.
Hay que abrirnos al amor, permitirnos verlo integrado a nuestra vida. El amor es, existe, estés tu viéndolo, sintiéndolo o no. ¿Cómo logramos estar en sintonía?
El amor es algo que nosotros creamos, el amor está aquí en todo momento, como nos gusta categorizar el amor en actos grandes o pequeños a veces eso hace que nos cerremos a la experiencia cuando son pequeños y no darles importancia. Cuando realmente estamos llenos de actos “pequeños” todo el día, y es exactamente lo que hay que prestar atención, son actos de amor, sean como sean, al no darles valor se reduce nuestras experiencias de gozo en la vida. Una sonrisa, el cariño de tu mascota, el olor de la lluvia, cuando alguien te cede el paso. Empieza a ver al amor presente en tu vida diaria, para sintonizarte a esa frecuencia. Estar alerta a él, una vez que nos sensibilizamos al amor entonces puedes empezar a buscar al amor dentro de ti, ya sabras que produce. Te propongo tomar una libreta nueva, y durante una semana, antes de irte a dormir escribir cuantos actos de amor recibiste ese día. Escríbelos. Empezar a darnos cuenta que vivimos rodeados de actos de amor es una forma de abrirnos a él. ¿Trae esos actos a tu mente, quién te sonrió, quién te demostró que te quiere, qué amiga te llamo para ver como estabas, quién te hizo un favor, escuchaste a los pájaros irse a dormir? ¿Tuviste algún momento para detenerte y admirar la naturaleza?
Date cuenta que el mundo fue creado para que admiraras, toda la belleza que ves fue creada para ti, fue hecho para que disfrutes como muestra del amor que existe todo el tiempo, el amor está presente día y noche, sin importar.
Lo ves cuando estas conectado, mientras más te abres, más amor encuentras, mientras más amor encuentras más te conectas, y así es como se logra la plenitud en esta vida, vivir en el amor, con amor.
No importa a quien amas, cuanto ames, quien te ama, porque o como amas, lo único que importa es que ames y lo demás vendrá por añadidura.
El temor cubre tu cuerpo, El amor nos permite permanecer desnudos.
El temor se afera alo que tenemos, El amor lo regala.
El temor prohíbe, El amor quiere.
El temos agarra, El amor deja ir.
El temor duele, el amor alivia.
El temor ataca, el amor repara.
CLAUDINA