Lo que ves en los demás dice algo de ti. De esto se trata la Ley del Espejo.
Tanto para bien: cualidades que no nos reconocemos o no aceptamos por inseguridades. Como para mal: miedos, traumas y situaciones que no queremos o no sabemos como enfrentar o mejorar.
La vida es un constante encuentro con espejos que, si aprendemos a observar con consciencia, podrán ser los maestros que nos ayudarán en nuestro crecimiento espiritual.